Activistas pro inmigrantes que confían en que la Casa Blanca podría poseer un nuevo ocupante tras las elecciones han empezado a movilizarse para que un viable gobierno demócrata "no repita errores" y ubique la crisis migratoria en un rincón prioritario de su agenda.
Joe Biden en campaña electoral
"Somos demócratas, hemos trabajado arduamente por el cambio en la Casa Blanca y creemos que es muy posible que logremos echar a Donald Trump" tras las elecciones del 3 de noviembre, dijo Juan José Gutiérrez, conductor de la Confederación de Derechos Plenos de los Inmigrantes de Los Ángeles.
Según este activista, un mandato encabezado por Joe Biden podría poner "en primera parte de las prioridades" un cambio que ofrezca una vía a la ciudadanía a millones de indocumentados.
"Tenemos que marcar la diferenca", dijo. "En la primera fecha del nuevo gobierno demócrata tiene que aprobarse una disposición ejecutiva para atajar las deportaciones y separación de familias mientras se legisla en el Parlamento un status legal resuelto para todos", expresó.
Gutiérrez, Arellano y otros activistas reunidos pertenecientes la liga "Quiero mi ficha de residencia", han organizado actos y caravanas de autos en varios estados para presionar a los candidatos presidenciales.
El primero de ellos se ha realizado el pasado domingo en Los Ángeles, con participantes provenientes del sur de California.
El momento elegido es el vigésimo sexto aniversario del movimiento contra la proposición 187 de 1994, que buscaba que los inmigrantes indocumentados no tuvieran acceso a la salud y educación en California.
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