Era 1998 y Melania Trump tenia 28 años cuando era modelo de alta gama, se ganaba la vida por si misma, luego de ser descubierta por un fotógrafo cuando ella tenía 16 años.

Melania Trump
Fue en el KitKatClub cuando Melania Trump y Donald se conocieron por primera vez. Él iba con su pareja, pero cuando se quedaron solos, el actual mandatario le susurró al oído y le dijo: “Dame tu número telefónico para llamarte”. Melania le respondió: “Estás con otra mujer en este evento, no seas tan fresco”. Pero él le respondió de vuelta con un: “Más bien tú me das tu número y yo veo si te llamo” y que al día siguiente concretó.
Así, Melania pasó de ser una niña de clase media a ser la novia de uno de los empresarios más reconocidos, un noviazgo que duró alrededor de siete años hasta que decidieron casarse en 2005.
Se dice que Melania Trump es una esposa trofeo, cumplir con algunas características y como mínimo tener 25 años menos que el magnate, que por lo general es el esposo.
Luego con la llegada de su hijo, Melania Trump vivió en problemas en su matrimonio, luego del affaire que tuvo su marido con la actriz porno, Stormy Daniels.
Con el paso de los años, se cumplió uno de los anhelos del Trump: ser presidente. Melania por su parte estaba segura de su triunfo y lo apoyó, aunque muchos creen que solo aprovechó para sacar ventaja.
Ya siendo presidente, Donald se encontraba solo en la Casa Blanca por un tiempo debido a que Melania se negaba a hacerlo con la excusa de la escuela de su hijo Barron. Se habló de una negociación y posteriormente Melania llegó a la “casa del pueblo”.
Aunque no se conocen los detalles del acuerdo, se entiende que hubo un acuerdo por una alta suma de dinero para Melania y así asumir los costos de ser la sombra de Trump cuando él lo dispusiera.
En reiteradas ocasiones el matrimonio ha sido cuestionado por las constantes señales que han manifestado ambos, en especial Melania Trump, al negarle, por ejemplo, darle la mano en público, acto que se ha repetido durante todo el mandato del magnate.
A esto se suma que el matrimonio no duerme ni comen juntos, a menos que sea estrictamente necesario, lo mismo que los actos públicos donde evitan verse.
Pero este 2020 con la llegada de las elecciones presidenciales, la derrota del mandatario podrían cambiar las cosas para la primera dama. Una ex asesora dice que ella estaría esperando el fin del mandato para divorciarse, algo que podría complicar el actual escenario que ya vive Trump.
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