Hasta el momento, los usuarios de casi todo el mundo coinciden en señalar a WhatsApp como la líder de las aplicaciones de mensajería instantánea, que en la actualidad cuenta con más de 2.000 millones de usuarios. Sin embargo, la aparición de nuevas alternativas de mensajería instantánea como Telegram a través de plataformas similares podrían acabar con ese liderazgo, sobre todo las que ofrecen mayores niveles de privacidad.
Telegram ofrece muchas mejoras sobre WhatsApp en cuanto a la privacidad de sus usuarios. | Foto: elpais.com
Los principales competidores de WhatsApp son Signal y Telegram, que en tan solo los cuatro primeros meses de 2021 han sumado millones de usuarios que valoran cada vez más la privacidad de sus datos y han descubierto "su poder" sobre las grandes compañías, según lo explicado por dos expertos en informática de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya, España).
Hace pocos días, el físico Elon Musk, que según Forbes es dueño de la fortuna más grande del mundo, lanzó un tuit en el que sugería: “Usa Signal”. Una semana después, la aplicación pasaba de 10 a 50 millones de descargas, según publicaba la plataforma en su Twitter. En esa misma semana, Telegram también alcanzaba otro récord al aumentar 25 millones de usuarios en solo 72 horas. Y estas cifras indicaban que el tuit de Musk no era la única razón por la que aplicaciones de mensajería instantánea diferentes a WhatsApp estaban incrementando su número de usuarios.
Según los expertos, este cambio en las preferencias de los usuarios son una reacción al anuncio de WhatsApp que comenzó a circular a principios de año, en el que informaba de cambios en sus condiciones de privacidad para compartir los datos de sus usuarios con su propietaria Facebook. En principio la nueva política había que aceptarla antes del 8 de febrero, pero las reacciones fueron tan negativas que obligaron a la compañía dar marcha atrás y, de momento, se ha retrasado la aceptación de dicha política de privacidad a mayo.
Todo parece indicar que detrás de esta decisión se encuentra el hecho de que cada vez existe mayor conciencia de la necesidad de que se respeten nuestros datos, y el usuario empieza a ejercer su poder. "Es muy saludable que haya gente que se plantee dejar de usar los servicios de una aplicación para evitar comprometer sus datos", señala Pierre Bourdin, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.
Otro factor que puede hacer inclinar la balanza de la preferencia colectiva hacia una aplicación u otra es plantearse quién está detrás de ella, para saber si mantienen distintas asociaciones relacionadas con la defensa de la libertad, la privacidad de los datos de sus usuarios o la venta de datos a empresas desconocidas.
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