The Washington Post tuvo acceso a los mensajes fechados después de la llegada de Trump a la Casa Blanca donde dicen que "parecen ser de cuentas privadas de correo electrónico y mensajería" de la primera dama, que discutía en ellos sobre temas relacionados con su cargo, en lugar de utilizar su cuenta oficial de la Casa Blanca.
Según el medio, había conversaciones sobre contratos del Gobierno, horarios de las actividades del presidente y la primera dama durante sus visitas de Estado a Israel y Japón, pormenores de la iniciativa de Melania "Be Best", y datos financieros sobre la investidura del mandatario.
El uso de correo electrónico privado no es ilegal, siempre y cuando no se utilice para compartir información de carácter confidencial. Está permitido bajo la Ley de Registros Presidenciales, pero sí es arriesgado, porque si los mensajes son borrados, pueden no estar disponibles en caso que el Congreso los exija.
Cabe señalar que Melania Trump no es empleada del Gobierno federal, pero "si está haciendo negocios del Gobierno estadounidense, debería usar el correo de la Casa Blanca", aseguró a The Washington Post el abogado Richard Painter, encargado de ética en la Casa Blanca durante el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).
Melania Trump no ha sido la única cercana a Trump que ha usado cuentas privadas para asuntos oficiales, pues ha sido investigada la hija y la asesora del mandatario, Ivanka Trump y su marido, Jared Kushner.
