Las bolas pertenecerían a una fábrica de Brunswick que no funcionaba en el lugar
El propietario de la vivienda fue identificado como David Olson, de 33 años, quien se encontraba demoliendo los escalones de cemento de la entrada trasera de su casa, ubicada en Norton Shores, Michigan, cuando se encontró una bola de boliche de marca Brunswick enterrada en la arena, bajo los bloques de hormigón.
Tras seguir excavando, se encontró con más bolas y no le prestó mucha atención, hasta que siguió excavando y encontró decenas de ellas.
Olson, quien aseveró que se sintió casi como un paleontólogo, decidió publicar lo ocurrido en un grupo público que creó en Facebook titulado "The Bowling Ball Guy" ("El tipo de la bola de boliche"). En un post inicial, afirmó haber encontrado 50 bolas, luego ya eran más de 120 y finalmente informó que su recuento iba por 160. "Definitivamente hay más", reveló a medios locales.
Al inicio de su descubrimiento, David detalló que se encontraba preocupado, pues no estaba seguro de si se trataba de "algún tipo de vertedero" con "material peligroso", que pudiera poner en riesgo su salud y la de sus tres hijos pequeños. Así que entró en contacto con Brunswick Bowling Products y el fabricante le aseguró que no eran tóxicas y, tras corroborar sus números de serie, se determinó que probablemente venían de una planta que la compañía tenía cerca de la casa durante la década de 1950.
Un gerente de Brunswick Bowling detalló que la fábrica funcionó desde 1906 hasta 2006, pero que no se encontraba en el lugar donde hoy está la casa de Olson. Pese a ello, Brunswick contactó Olson y le contaron que muchos trabajadores solían usar bolas de boliche inservibles en obras de construcción, como una alternativa más económica a la grava o la arena.
Olson detalló que espera pintar y modificar algunas de las bolas que encontró para usarlas como elementos de decoración para su jardín y hacer esculturas, además de regalar y donar otras a un museo.
Finalmente, David abrió una campaña en línea a través de GoFundMe para recaudar dinero para reconstruir su patio y crear un documental sobre su historia. "Me gustaría ampliar mi excavación al patio para ver cuántas bolas de boliche más quedan bajo tierra", concluyó.
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